La prevención es clave para reducir el riesgo de ictus
Ictus: datos España
Cada año, aproximadamente
120.000 personas sufren un ictus en España, y alrededor de
25.000 fallecen
a causa de este accidente cerebrovascular.
Ictus, un shock en la vidaEsta
grave condición médica
ocurre cuando el flujo sanguíneo a una parte del cerebro se interrumpe o se reduce, privando al tejido cerebral de oxígeno y nutrientes esenciales.
El ictus
no solo causa un gran sufrimiento, sino que también tiene
un impacto significativo en todas las esferas de la vida.
Ictus en Europa y el mundoA nivel mundial, el ictus es un problema de salud pública asociado a una
elevada mortalidad.
Se estima que 1 de cada 6 ciudadanos en el mundo padecerá un ictus a lo largo de su vida, lo que lo convierte en la
primera causa de discapacidad en Europa.
Aunque puede ocurrir a cualquier edad,
en los últimos años su incidencia ha aumentado un 25% entre las personas de entre 20 y 64 años, siendo más frecuente a partir de los 65 años.
Más casos de ictus en la población jovenEl incremento de los accidentes cerebrovasculares en adultos jóvenes se atribuye a una combinación de factores, entre ellos, aumento de la
diabetes,
hipertensión,
colesterol alto, que antes eran más comunes en personas mayores.
Los
factores de riesgo más destacados, a menudo asociados a estilos de vida poco saludables y que contribuyen a la formación de coágulos y la acumulación de placas en las arterias, bloqueando el flujo sanguíneo al cerebro, son:
- Inactividad física: la falta de ejercicio afecta negativamente a la salud cardiovascular en general. Con tan solo 30 minutos de ejercicio 5 veces a la semana, se puede reducir el riesgo de sufrir un ictus en un 25 %, pero el ejercicio debe ser moderado, precisamente un sobreesfuerzo físico también puede ocasionar un evento cardiovascular. Los profesionales de la salud recomiendan: yoga, natación, estiramientos, caminar y bicicleta.
- Mala alimentación: una dieta rica en grasas saturadas, azúcares y sal contribuye al desarrollo de la arteriosclerosis. Los adultos jóvenes deben evitarlos y seguir una dieta equilibrada rica en frutas, verduras y grasas saludables y, evidentemente, prescindir del tabaquismo, y consumo, aunque sea consumo excesivo, de alcohol
- Estrés crónico: tiene un impacto significativo en la salud cardiovascular, ya que puede aumentar la presión arterial, los niveles de cortisol y provocar inflamación, incrementando así el riesgo de ictus. Para manejar la tensión emocional, es importante adoptar técnicas de relajación como la meditación, el yoga o la respiración profunda. Además, mantener un equilibrio entre la vida personal y profesional, dormir lo suficiente y realizar actividad física de forma regular son estrategias clave para reducir los niveles de estrés.
En edades tempranas, rara vez se realizan controles de estos factores, que son fácilmente modificables si se detectan a tiempo, pero que pueden causar serias complicaciones si se mantienen y se normalizan.
Los síntomas de un ictus pueden aparecer de forma súbita, por lo que es crucial actuar rápidamente.
También es esencial controlar, principalmente, la presión arterial
y el colesterol, así como realizar chequeos médicos periódicos
con el fin de hallar posibles factores de riesgo.
Fuente: Telecinco