"Una copita al día" puede no ser saludable como se creía hasta entonces
Un Estudios sobre las Causas del Ictus
realizado por la Universidad de Galway (Irlanda) y publicado en la revista científica 'Neurology', expone que el consumo tanto elevado como moderado de alcohol eleva la probabilidad de padecer ictus.
Hasta la fecha no había ninguna evidencia científica que relacionara el consumo moderado de alcohol con el ictus.
La investigación analizó el consumo de alcohol de casi 26.000 personas de todo el mundo.
Un ictus se produce por una interrupción del flujo sanguíneo en el cerebro, debido a un taponamiento o una rotura de una arteria cerebral.
Tras la elaboración del estudio sus autores concluyeron que tanto el consumo elevado como moderado de alcohol aumenta el riesgo de ictus.
"En general, nuestros resultados indican que la ingesta alta y moderada de alcohol se asoció con un aumento de las probabilidades de sufrir un ictus, mientras que no encontramos ninguna relación convincente entre la ingesta baja y el ictus", ha explicado uno de los responsables de la investigación, Andrew Smyth, catedrático de Epidemiología Clínica de la Universidad de Galway.
Peores resultados en la cerveza
Este estudio también contempla diferencias entre los tipos de alcohol.
El consumo predominante de cerveza se relacionó con un aumento del 21% del riesgo de ictus, que fue significativamente mayor (73%) en el caso de la hemorragia intracerebral.
El consumo predominante de vino no se relacionó con el riesgo de ictus: no hubo ni aumento ni disminución.
"Esto puede reflejar una diferencia en el riesgo según el tipo de alcohol, o puede reflejar diferencias en el contexto social de los patrones de consumo", determinaba Andrew Smyth.
El estudio también determina que las personas que habían sido bebedoras en el pasado, pero no en la actualidad, no tenían un mayor riesgo de sufrir ictus.